Cocina auténtica, fusión creativa y productos locales en una propuesta gastronómica única.
Bandarra, sinónimo de sinvergüenza, se acuñó en el siglo XV para los bandoleros que asaltaban carruajes en los caminos rurales de una Mallorca sin asfaltar.
Con esa sinvergonzonería y descaro nace una carta cuidada y pensada para no dejar indiferente a ningún comensal que salga por la puerta.